Para muchos pareciera poco relevante o probablemente desconocen el gran y variado campo de estudio del “análisis del discurso”, opuesto a esto, quienes han dedicado parte de su carrera al estudio y reflexión del mismo, han ido recobrando vida e interés al enfrentarse a diferentes situaciones que los dejan maravillados con toda la gama de información que este estudio les provee. La carrera que he estudiado me ha empujado a estar inmersa a la reflexión y critica del “análisis del discurso”, ahora estudiando la maestría soy más participe de este asunto. En una de las clases del posgrado, la maestra preguntaba los antecedentes del estudio del discurso, una de las compañeras empezó a compartir con nosotros al respecto y con palabras amenas y muy enriquecedoras nos ilustro de su conocimiento, entre información expuesta, menciono “los diálogos de Platón”, tanto me motivaron las palabras de la maestra, estudiante de maestría, que me di a la tarea de investigar sobre estos diálogos, y para mi mayor fortuna en los artículos de la revista “Redalyc” lo pude localizar.
El ser humano por ende, debe estar en contacto e interacción con sus semejantes para ir construyendo sus propios significados y llegar a acuerdos en los diferentes contextos que pueda encontrarse. El discurso es parte de la vida social y a la vez un instrumento que crea la vida social (Calsamiglia y Tusón, 16), ahora bien, a través del lenguaje, los seres humanos, que somos racionales, podemos opinar, debatir, tomar decisiones, aceptar o refutar y, en palabras de Verstehen (véase Ibídem p, 131), la conversación ya también favorece a los fenómenos de disrupción, puesto que mediante las preguntas y respuestas, podemos aclarar malentendidos mediante una comunicación dialógica.
El discurso puede darse tanto en un momento oral o escrito. En el discurso escrito Schleiermacher hace énfasis en cuanto al grado analítico del lector a través de la HERMENEUTICA, el trasladarse al lugar del autor para entenderlo desde ahí, como lectores imaginarnos y vivir el contexto de los escritos es una forma de nutrirnos de ellos, por otro lado, como autores de aquellos escritos, darles vida, con coherencia y cohesión trasladar al autor a esa época y hechos aconteciendo, ahora recuerdo perfectamente lo que una profesora en la licenciatura expuso; si cada uno de nosotros pagáramos cada una de nuestras palabras, seriamos más cuidadosos de lo que hablásemos, muy acertada esta aseveración, puesto que si dijéramos justamente lo que los demás necesitan escuchar nos ahorraríamos muchas cosas. Retomando a Schleiermacher, tambien nos habla un poco acerca de la praxis y en este sentido, me inclino a este postulado ya que no podemos con plena seguridad decir algo sin antes haberlo vivido y comprendido, la practica nos irá dando la pauta a la adquision de nuevos conocimientos, y a través de los acontecimientos pasados vamos forjando nuestro presente y construyendo el futuro, aunque esta corriente está más apegada a la filosofía, creo no deja a los lingüistas de lado, de cierta forma existe un link que nos lleva a la reflexión de la misma, para experimentar hechos históricos, para analizarlos y reconstruirlos a través del dialogo, tal como la tradición anglo-americana lo defendía en los diálogos de Platón y que además el dialogo constituye el elemento esencial de la comunicación.
Retomando esta explicación, uno de los problemas a los que nos enfrentamos los maestros, es hacerles entender a los alumnos lo importante que es saber usar la lengua apropiadamente, desarrollar esa capacidad de análisis crítico y llegar al meollo de un asunto, darle esa censura y delicadeza a nuestros escritos y atrapar al lector en ellos. Como docente, cada día trato de informarme mas y mas, sin embargo, se que no debemos ser simples recolectores de información, sino llevar todo lo aprendido a la práctica. La sociedad actual, nos exige más, por tanto debemos estar abiertos al dialogo y a la crítica constructiva de los demás.
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